

Es muy sencillo. Lo mejor es lavarla a mano, sumergirla en agua fría, frotar suavemente usando un champú suave y dejarla en remojo un par de minutos para luego enjuagarla. Para escurrirla no la estrujes, tan solo colócala estirada sobre una toalla y enróllala con la prenda para que la ésta absorba la humedad. La puedes también secar a la sombra, no al sol.
Nunca pongas prendas de alpaca en la lavadora, ni en una secadora y tampoco la planches directamente. Puedes usar la plancha a baja temperatura con un paño suave en medio. Tampoco uses lejía porque se dañará. A la hora de guardarla, dóblala bien, no la cuelgues en perchas y métela en el armario cuando esté bien seca.
Teniendo presente estos sencillos consejos, tus prendas te lo agradecerán durante muchos años.